Una crisis económica sin precedentes ha generado una respuesta fiscal y monetaria sin precedentes. Los gobiernos de los países desarrollados han lanzado vastas redes de protección para evitar que esta pandemia genere un drama aún mayor. Además, otros países como EEUU, Alemania, Francia o Italia han puesto en marcha grandes planes de gasto discrecional y/o rebajas de impuestos que pretenden amortiguar la caída de la actividad.